Little Miss Sunshine

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Siendo honesta, la primera ocasión en la que vi esta película no llegué a considerarla como una obra maestra o algo parecido, quizá porque tenía altas expectativas que al final no se cumplieron.

Sin embargo, la segunda vez me di cuenta que la riqueza de este film yace en la diversidad de sus personajes, que para la época en la que fue estrenada, no eran del todo representados en la cultura popular.

La mezcla de las personalidades en la familia es toda una amalgama de características que a simple vista podrían no funcionar: madre ultra trabajadora con un esposo que quiere ser life coach, un abuelo adicto más un tío homosexual que casi se suicida, sin mencionar al adolescente nihilista y la pequeña niña aspirante a reina de belleza.

Se le aplaude al excelente guion que logra plasmar las inquietudes y los problemas que se presentan en el camino sin que sea extraño o que se pierda el sentido. También todo el reparto merece gran ovación por exteriorizar de forma increíble los sentimientos y fueron capaces de crear un lazo de empatía para con el público espectador.

Particularmente, me gusta el mensaje presentado en el desenlace sobre ser tú mismo sin importar lo que piensen y digan los demás, al igual que la aceptación y el apoyo que ultimadamente recibimos por parte de nuestra familia