El Libro de Piedra

La película muestra la vida en los años 60’s, cuando Eugenio, un hombre acaudalado y viudo quien se va a vivir con su hija Silvia a una casona en el campo. Él está recién casado, pero, aunque Silvia nunca dijo nada al respecto, su nueva madrasta no le agradaba.

Para que la niña continuara con sus estudios la institutriz Julia fue contratada por el Sr. Eugenio. Ella acepta sin dudarlo, sin saber los acontecimientos que ocurrían en ese lugar.

Con el tiempo se percata del comportamiento extraño de Silvia. El asegura que hay un niño llamado Hugo con el que juega a diario. La institutriz fue dándose cuenta, con la ayuda de los padres, de que Hugo era en realidad una estatua de piedra de quinientos años en una parte del jardín.

Poco a poco se van suscitando hechos extraños. La madrasta empieza a tener dolores de cabeza y a sufrir debilidad. El doctor no encuentra motivos físicos de estos dolores y lo atribuye a los nervios. La institutriz se da cuenta de que hay una muñeca, regalo del padrino de Silvia, ahorcada, con un paño de su madrastra y alfileres enterrados justo en los puntos donde ella tenía dolores.

Silvia le cuenta a la institutriz que Hugo era hijo de un poderoso mago en Austria, que descubrió como vivir eternamente mediante magia oscura. Para poder proteger sus conocimientos, convirtió a su propio hijo en una piedra para que fuera el guardián de ese libro mágico tan importante.

Es ahí donde se va dando cuenta de que el amigo imaginario de Silvia en realidad es el cómplice de sus perversas intenciones de deshacerse de todo aquel que quiera hacerle daño a Silvia. Al intentar deshacerse de la estatua de piedra, el padrino de Silvia muere en un accidente cuando ve el reflejo de hugo en su espejo.

La institutriz y el padre van a reconocerlo, y al llegar encuentran a todos despiertos en la noche, buscando a la madrastra y a Silvia. Cerca de un rio encuentran a la madrastra ahogada y a Silvia cerca. No se explican lo ocurrido, pero el padre de Silvia empieza a romper la estatua en pedazos, ignorando los gritos de la niña.

Al empacar las maletas para irse de ese lugar, descubren que Silvia no está. Van hacia el lugar donde antes estaba la estatua de piedra a buscarla, y con horror se dan cuenta de que Silvia está convertida en piedra y ahora es la nueva estatua que protege el libro.

La película no suscita miedo, pero tiene una historia entretenida. Seguro que en su tiempo fue una película exitosa, y la recomendaría para verla en una tarde libre.